¿Se ha hecho larga la semana? ¿Ha sido duro el trabajo estos días? Por suerte, el fin de semana ya está aquí, y con él un montón de posibilidades de descansar, desconectar y disfrutar de ciertos placeres muy asequibles que las prisas de la vida diaria nos tienen vedados. Ahora se trata de exprimir el tiempo libre, pero sin ansiedad; de aprovecharlo bien sin crearnos nuevas preocupaciones. ¿Cómo se hace? Pues planificándolo con cabeza, poniendo nuestra mejor disposición… Y cómo no, escogiendo muy bien la compañía. A continuación ofrecemos algunas opciones tentadoras para lograr que tu fin de semana parezca de más de dos días:
6 ideas para disfrutar el fin de semana
- Desayuno en la cama. Como todos, le has cogido cierta manía al despertador. El fin de semana es el momento en que podemos permitirnos silenciarlo, remolonear un poco y desayunar en la cama. Café o té, zumo de naranja, cereales. Y para los #MermeladaLovers, cómo no, alguna deliciosa mermelada de La Vieja Fábrica untada en pan o las galletas. Si quieres hacer el desayuno más especial, prueba sabores distintos a los tradicionales. Solo hay un asunto por resolver: ¿quién se levanta a prepararlo?
- Pasear. Deambular sin rumbo fijo, hacer el flâneur, está de moda. No hay que dirigirse a un centro comercial, ni a visitar a nadie en concreto; basta dejarse llevar. Asegurarse de que el teléfono móvil nos da una tregua, conversar tranquilamente con quien nos acompañe o simplemente disfrutar del silencio, fijarse en los grandes y pequeños detalles que nos suelen pasar desapercibidos en nuestra prisa cotidiana y, de paso, hacer un poco de ejercicio.
- Atreverse con recetas exigentes. Entre semana, probablemente hemos comido mal algunos días, improvisando cualquier plato de urgencia sobre la marcha. O hemos regresado a casa sin fuerza ni ganas para ponernos con los fogones. Pero el fin de semana es el momento ideal para aislarnos de todo y practicar ese (también) relajante ejercicio que es cocinar sin prisa y sin presión. Por ejemplo, ensayando algunas recetas que requieren tiempo y concentración, como una pasta rellena de carne picada y crema de castañas, o una tarta de queso manchego con mermelada cremosa de fresas. Delicias que sin duda alegrarán tu fin de semana.
- Conquista un castillo. Los hay por todas partes, la mayoría bien restaurados y accesibles para todos. A los niños les encanta, y los mayores también se dejan seducir por su encanto. Llenos de historia y de leyenda, los castillos españoles son una atracción aún por descubrir para mucha gente. Hay algunos entusiastas que se convierten en verdaderos “coleccionistas” de castillos visitados, y hay quien se aficiona tanto que ha acabado siendo un pequeño experto en Historia. Al regreso, regálate una buena merienda con mermeladas de La Vieja Fábrica.
- Un picnic como los de antes. Ha salido el sol, prepárate para disfrutar en el parque o en el campo, con amigos o en familia, con juegos de toda la vida y ricos platos que degustar. Prueba a llevar una ensaladilla rusa con alcaparras y crema de albaricoque, albóndigas de pavo y curry con salsa de mermelada de frambuesas y de postre unas torrijas de emmental con mermelada de mora puede ser un posible menú. Con recetas así, ¡vas a querer hacer picnic todos los findes! Pero el alimento más importante en estos casos es un poco de aire fresco y una grata compañía.
- Aprende algo nuevo. Practica ese paso de baile que has visto en la tele, o hazte con la letra de esa canción y prueba a sacarle los acordes con la guitarra; decídete por fin a calzarte los patines, o acude al teatro para descubrir a ese nuevo dramaturgo del que todo el mundo habla. Ponte a prueba con los DIY de La Vieja Fábrica, o ve a un museo con tu libreta para emular a los grandes maestros, pero no desaproveches la ocasión que te brinda el fin de semana de ampliar tu horizonte.