Aunque su origen se remonta a la Antigua Grecia y posteriormente a la época andalusí, las mermeladas se han convertido en un producto universal presente en la gastronomía de prácticamente todas las latitudes y culturas. “Marmalade”, “jams”, “confiture”, “marmellata”… Da igual el idioma que encuentres en la etiqueta porque estamos ante un producto que se ha ganado un hueco en las cocinas de todo el mundo por mérito propio. Más o menos dulces, tradicionales, ecológicas o con un punto picante, las mermeladas evolucionan y sus usos traspasan fronteras.
Inglaterra, clasicismo y tradición
Si pensamos en mermelada, es inevitable volver la vista hacia Reino Unido, país con una verdadera cultura de mermelada, de la que se sienten muy orgullosos.
No en vano, a los británicos les gusta contar que la inventaron durante el reino de María Estuardo. Según cuentan algunas historias la palabra “marmalade”, nombre que recibe en inglés este producto, se remonta a esta época, cuando un médico perteneciente a la corte de la reina Maria Estuardo mezclaba naranjas y azúcar para curar los mareos de esta. En la corte británica se hablaba francés y cuando la reina padecía mareos se decía que “Marie est malade”, una frase que terminó convirtiéndose en “marmalade” y asociándose al preparado de naranja y azúcar.
Estados Unidos, elaboración artesanal que se adapta a los nuevos tiempos
Sea cual sea el origen del término, lo cierto es que en países como Estados Unidos existe una verdadera tradición en la elaboración de este producto y unos métodos artesanales que se transmiten de generación en generación. A pesar de este esfuerzo por manterner la tradición cada vez son más los ejemplos en el país norteamericano de quienes apuestan por la innovación y por la búsqueda de nuevas líneas de productos. Algunos productores usan una mezcla de frutas maduras y menos maduras para lograr una acidez equilibrada y evitar el uso de pectina añadida. Otros seleccionan solo fruta madura pero agregan un poco de pectina baja en azúcar, lo que permite que la mermelada se gelifique rápidamente sin mucha cocción, evitando un sabor guisado.
Más allá del océano, frutas exóticas
Cruzando el Atlántico, en el Caribe, las mezclas de frutas exóticas y tropicales, como maracuyá, papaya, mango y piña se han ido incorporando progresivamente a la oferta de mermeladas locales junto con los sabores más tradicionales. En países como Colombia la producción de mermelada se ha convertido en un pilar más de la industria agroalimentaria local.
También en el continente americano, pero en la costa del Pacífico, países como Perú están empezando a exportar otros sabores menos tradicionales como las mermeladas de frutos como cocona, camu camu o aguaymanto, frutas locales que gozan de gran aceptación en los mercados extranjeros.
Estilo asiático, mermelada picante para acompañar almuerzos y cenas
En otras latitudes es frecuente encontrar mermeladas con un ligero toque picante, a base de guindilla, tomate, etc. En China o Japón es frecuente utilizar mermeladas como acompañamiento en almuerzos o cenas.
Por eso, si eres un amante de la cocina asiática, ¿por qué no probar esta deliciosa receta de pollo agridulce con mermelada de melocotón y arroz largo? ¿O estas brochetas de pollo con salsa agridulce de piña y mango?
España, tradicion y productos naturales
España es otro de los actores destacados en el mercado de las mermeladas. La Vieja Fábrica es una de las marcas más reconocidas que sigue apostando por mantener su receta original de más de 180 años, el proceso de producción artesanal y la utilización de las mejores materias primas, lo cual imprime un sello personal a los productos ya que permite conservar la textura, el color y el aroma natural de las frutas empleadas y presta a las mermeladas un sabor realmente casero.
Existen mermeladas de prácticamente todos los tipos de sabores y texturas. Solo tienes que dejar volar tu imaginación y arriesgarte a viajar gastronómicamente a nuevos sabores, ¿te atreves?
