Si decimos “cítricos”, casi todos pensamos en naranjas y limones pero, bajo esta denominación, existe toda una amplia variedad de frutas que podemos encontrar en el mercado. Ahora que se acerca la temporada óptima para su consumo, hacemos un repaso por su cultivo, variedades y propiedades, así como por deliciosas recetas que incorporan algunas de las mermeladas de La Vieja Fábrica.
Además de los ya mencionados, a muchos consumidores les sonarán también las mandarinas, los pomelos y las limas. No obstante, hay algunos más, que se suelen usar en conservas, cócteles y hasta en perfumería. Casi todos son originarios de China y el Sudeste Asiático, donde se cultivan desde hace unos 4.000 años. En el siglo XIX, llegaron a Europa y América, aunque ciertas variedades están con nosotros desde mucho antes gracias a los árabes.
A la clementina solemos confundirla con la mandarina, pero se trata de una fruta distinta, más dulce, menos ácida, más fácil de mondar y sin semillas. Mientras, la satsuma se conoce también como mandarina japonesa o mandarina de zumo, y se cultiva en la Comunidad Valenciana. Por su parte, la tangerina se llama así porque comenzó a cultivarse a finales del siglo XVIII en la ciudad de Tánger, Marruecos, y se caracteriza por su punto de acidez. De otro lado, la naranja de Sevilla, también llamada toronja, naranja amarga o naranja borde, es muy apreciada como adorno y en la elaboración de mermeladas.
Además, podemos citar el komkuat o naranjo enano, cuyo fruto, muy ácido y amargo, se emplea en conservas y destilados. Tampoco se nos puede olvidar la bergamota que, procedente de Italia, con mucha esencia y poca pulpa, es la reina de la perfumería, aunque últimamente su piel se ha extendido en la alta cocina. De su lado, al limón australiano se le conoce como caviar cítrico, y se emplea en encurtidos y como especia. Y por último, hablamos del yuzu o limón japonés, del que se aprovechan sus aceites esenciales, el zumo y la piel para aromatizar platos de cocina, preparar infusiones y elaborar aderezos.
Los cítricos son unas de las frutas más cultivadas del mundo. Desde el punto de vista nutricional, son alimentos que se caracterizan por ser una gran fuente de vitamina C, aunque también aportan ácido fólico, vitamina A y potasio. Tienen un ligero efecto diurético y antioxidante. Adicionalmente, contienen pocas calorías pero muchos nutrientes esenciales, por lo que son muy recomendables en las dietas de adelgazamiento. La Organización Mundial de la Salud invita a su consumo diario.
Cuatro recetas con mermeladas de cítricos de La Vieja Fábrica:
- Mousse de yogur con mermelada de naranja amarga y limón. El yogur es un alimento muy saludable, que favorece nuestra salud gastrointestinal. Además, tiene un alto aporte de calcio, que ayuda a fortalecer nuestros huesos y a prevenir la osteoporosis. En esta receta, lo convertimos en una deliciosa mousse, un postre delicado y delicioso. Y para darle un toque de sabor, le añadiremos mermelada de naranja amarga y limón, dos cítricos que aportan el contrapunto perfecto a la suavidad del yogur.
- Crema con mermelada de mandarina para profiteroles. Un postre clásico que nunca deja de reinventarse. La clave de su éxito es su versatilidad, ya que la variedad de sabores y texturas que pueden abarcar es inacabable. Hablando de cítricos, te proponemos esta receta con mermelada de mandarina sin trozos La Vieja Fábrica. Aunque puedes rellenarlos con la variedad que más te guste, con sabores de frutas de temporada o con uno que nunca suele fallar: la mermelada de fresa.
- Bizcocho con mermelada de naranja amarga. Una receta de larga tradición, siendo en muchos países un pastel de referencia de su repostería. El aroma de la naranja amarga garantiza un triunfo seguro. Este bizcocho no tiene demasiada complicación, y puedes hacerlo con la mermelada de naranja amarga LVF Diet.
- Codornices asadas en mermelada de naranja. Incluimos también un plato de carne de ave aderezado con mermelada de naranja dulce La Vieja Fábrica. La codorniz es un alimento de gran valor nutricional y poco aporte calórico. Su carne es magra por el escaso contenido en grasas e hidratos de carbono. Sus proteínas son de alto valor nutricional, al contener aminoácidos esenciales.