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Mermelada, origen de la palabra más dulce

Febrero es el mes en el que se celebra el amor. San Valentín es un día muy bonito en que las parejas se regalan detalles y en el que se cocinan recetas exquisitas para celebrar el amor con esa persona tan especial que tienes en el corazón. Si existe un alimento que evoca la dulzura propia del amor es la mermelada. En la melosidad de la palabra ya se encuentra implícito la suave cadencia de la dulzura. ¿Alguna vez te has preguntado el origen de la palabra mermelada? Tiene una historia cuanto menos curiosa.

La palabra “mermelada” significa “confitura de membrillo” ( El membrillo en portugués  se dice marmelo). El origen del término hunde sus raíces, como casi todos los términos actuales, en el latín melimelum. Resulta que el melimelum es un tipo de manzana específico, por lo visto típico de la antigua Grecia. En la Grecia clásica ya se cocía membrillo con miel para darle un extra de dulzura, como queda reflejado en un recetario de cocina de Apicio.

Para encontrar las primeras referencias en España tenemos que trasladarnos a Murcia, concretamente al año 1238. Ibn Razin al-Tuyibi escribió un famoso tratado de gastronomía titulado: Relieves de las mesas. En ese documento aparece ya la mermelada como un término para designar a una especie de obleas que se desmigaban y se mezclaban con sirope o miel, que aportaban ese extra de dulzor que va a ser una constante hasta nuestros días.

Te mostramos el origen de la mermelada

Una antigua leyenda da un origen mítico al término mermelada. Cuentan los juglares que estando enferma María Estuardo, su séquito francés pregonaba que María estaba enferma (Maria est malade). Su médico, hombre de ciencia y ducho en el saber tradicional, le daba naranjas con miel para aliviarla. La deformación del término dio origen a marmalade. Origen poco probable, aunque muy interesante.

Y llegamos hasta nuestros días, donde La Vieja Fábrica envasa las mejores mermeladas siguiendo las recetas tradicionales, para asegurarte que lo que tomas es un pedazo de historia de la gastronomía en cada bocado.

La receta original y el artesanal proceso de fabricación permiten conservar la textura, el color y el aroma natural de las frutas empleadas y prestan a las mermeladas un sabor realmente casero. Tenemos muchísimas variedades:

La mermelada de mandarina: con todo el sabor cítrico que las mejores variedades de fruta pueden dar.
La exótica: con frutas tropicales como papaya, maracuyá, lima que hará las delicias de los más viajeros.
La de piña y mango: una mezcla que estamos seguros te va a sorprender.
La de arándanos y fresas: frutas silvestres que compaginan perfectamente su sabor en esta mermelada.
La mermelada de piña: La fruta más atrevida a disposición de la mermelada.
La mermelada de Naranja dulce:  Seleccionamos las variedades más dulces para hacer esta mermelada.
La de mora de zarza: el sabor de toda la vida, que te recordará al pueblo.
La de frutas del bosque: un evocador paseo por el bosque.
La de Albaricoque:  El dulce sabor del albaricoque ahora envasado para hacer las delicias de los más fruteros.
La mermelada de ciruela: Con la misma receta que usaban nuestras abuelas.
La mermelada de naranja amarga: la variedad más antigua y más clásica de las mermeladas.
La de melocotón: ¿Cuál es la mermelada más extendida y más utilizada? La de melocotón.
La de fresas: Para que durante todo el año puedas disfrutar de este verdadero manjar.
La mermelada de frambuesas: un sabor diferente pero que explota en tu boca con toda la potencia de las frutas del bosque.

¡No dejes de probar nuestras mermeladas y su sabor tradicional!

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Respetamos los ingredientes y la manera de siempre de hacer las cosas.