Las galletas son las reinas del tentempié. Dulces, saladas, rellenas, dobles… Existen casi tantas variedades como gustos sobre la faz de la tierra. Desde aquellos que pasan maratonianas jornadas fuera de casa o, simplemente, aquellos que desean matar el gusanillo entre horas, ¿quién no suele tener unas galletas a mano?
Pero, además de ser un bocado rápido, si están elaboradas de forma casera y con los ingredientes adecuados son también una fuente de energía y, por qué no, de sabor. Como estas galletas saladas que te proponemos, horneadas en casa y elaboradas con queso, cebolla, romero y con un ingrediente secreto: la
mermelada de higos de La Vieja Fábrica. Un pequeño añadido dulce que casa a la perfección con la textura de nuestras galletas caseras.
El higo es un fruto con mucha historia. Se estima que el ser humano ya lo conocía y lo recolectaba antes del año 9.000 a.C. y, aunque su origen se sitúa en Asia occidental, pronto se distribuyó por la cuenca Mediterránea, convirtiéndose así en un elemento muy presente en nuestra dieta actual. Sin embargo, es un producto muy estacional y aunque hoy en día podemos encontrarlo prácticamente en cualquier época del año, si se desea aprovechar al máximo todas sus propiedades y nutrientes, conviene consumirlos en los meses de agosto y septiembre. Además, tienen un alto contenido en proteínas y fibras, y son muy digestivos, ayudando a favorecer el tránsito intestinal y a mejorar nuestras digestiones.
Así que como comprenderás, en
La Vieja Fábrica no solo no nos hemos podido resistir a emplearlos en una de nuestras variedades “selectas”, sino que hemos ido un paso más allá, incorporando nuestra mermelada de higos a esta receta.
Unas galletas saladas fáciles y rápidas de elaborar, ideales para comer en cualquier momento del día y elaboradas con ingredientes 100% mediterráneos que te transportarán a esas tardes de verano a la orilla del mar que en estos meses invernales parecen tan lejanas. Un conjuro salado contra la nostalgia que te enganchará. ¡No podrás comer solo una!
ELABORACIÓN:
- Mezclar la harina junto con la mantequilla cortada en dados y fría, añadir el agua, el huevo, el azúcar y la sal.
- Amasar hasta que se integren todos los ingredientes y dejar reposar en la nevera, al menos, 30 minutos.
- Mientras, trocear y saltear la cebolla con un poco de aceite de oliva. Reservar.
- Estirar la masa dando forma circular con un grosor de 3-4mm y colocar en el centro la cebolla y el queso cortado en dados, añadir la mermelada repartiéndola por toda la base. Doblamos el borde de la masa hacia dentro formando pliegues.
- Introducir en el horno a 180ºC durante 20 minutos. Espolvorear con romero picado por encima.