Agricultura sostenible
Hace unos 10.000 años, en el Neolítico, los primeros seres humanos comenzaron a trabajar la tierra para poder disponer de alimentos. Nacía así la agricultura, a medida que la economía de las sociedades humanas iba evolucionando desde la recolección, la caza y la pesca. Con el paso de los siglos, las técnicas fueron perfeccionándose y desarrollándose, pero esta evolución no siempre tiene en cuenta los efectos que puede tener en las generaciones futuras y en el planeta.
Apostar por nuevos modelos de crecimiento como la agricultura sostenible es una forma de mejorar la calidad ambiental y los recursos básicos de los que depende la agricultura a largo plazo. Satisfacer las necesidades básicas de fibra y alimentos humanos también puede hacerse de una manera respetuosa con el medio ambiente, económicamente viable y mejorando la calidad de vida de la sociedad en su conjunto.
Productos de cercanía
Una buena forma de hacerlo es, por ejemplo, fomentar el consumo de productos de cercanía, que benefician a la salud, al bolsillo y al medioambiente.
Este tipo de productos de proximidad o kilómetro 0 se producen en un radio relativamente cercano y ayudan a fomentar un estilo de vida más natural y saludable.
Pero el concepto también tiene que ver con la estacionalidad y con la calidad de lo que comemos; con el hecho de poder consumir productos sabrosos, frescos y de temporada, apoyando al mismo tiempo a los pequeños productores locales, potenciando el empleo regional, y reduciendo la huella ecológica.
Una dieta saludable
Mantener una dieta sana y equilibrada pasa por incorporar los principales grupos de alimentos que forman la pirámide alimenticia en nuestro día a día, en las cantidades recomendadas por los especialistas. Por ejemplo, es especialmente importante consumir las cinco piezas de fruta y verdura al día que nos aconsejan los nutricionistas.
Las mermeladas La Vieja Fábrica se elaboran con trozos de fruta natural pero, además, combinan a la perfección con todo tipo de platos de verduras y con preparaciones muy sanas y aptas para los meses de más calor. Si quieres empezar a cuidarte, aquí tienes algunas ideas de zumos y bebidas refrescantes que puedes preparar fácilmente en casa.
Un único objetivo: “Hambre Cero”
Según el Programa Mundial de Alimentos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), alrededor de 135 millones de personas padecen hambre severa debido, principalmente, a conflictos causados por los seres humanos, el cambio climático y las recesiones económicas.
Para hacer frente a esta situación y fomentar un modelo de alimentación más racional, la ONU ha fijado el objetivo “Hambre Cero” para 2030, al que todos podemos aportar nuestro pequeño granito de arena.
Podemos hacer pequeños cambios en nuestra vida cotidiana —en casa, en el trabajo y en nuestro entorno—, para apoyar a los agricultores y productores locales, podemos tomar decisiones más sostenibles sobre nuestra alimentación, luchar contra el desperdicio de alimentos y optar por un modelo circular en el que podamos reciclar y reutilizar materiales.
De ello depende también nuestro futuro.